¿Campo vs. Gobierno? ¿Gobierno vs. Clarín? ¿Clarín vs. La Verdad? No, esta vez no se trata de peleas binarias articuladas por reduccionismos simplistas; la ciudadanía deberá poner toda su sagacidad e inteligencia para develar la trama de la más encarnizada guerra mediática del año: ¡EMPANADAS CONTRA EMPANADAS!
“Cierto día de septiembre, me entretenía yo con la impostergable tarea de afeitarle las pelusas a un pulóver, cuando escuché que alguien deslizaba un panfleto bajo la puerta” revela Pirlusa, en charla confidencial. “Lo levanté y vi que era una fotocopia de muy mala calidad, anunciando que la cadena
Onlyempanadas había cambiado el teléfono”. “Lamentablemente, como acá en Capital las empanadas son carísimas, arrojé el anuncio al incinerador, ignorando las repercusiones que tendría el hecho.” Acá les ofrecemos una reconstrucción:

“Mi sorpresa fue mayúscula al recibir otro folletito la semana siguiente, de buena calidad, en papel ilustración. Visto el cariz que tomaban las cosas, decidí guardarlo y traerlo a este periódico que vela por la Verdad.”

Una vez comprobada la autenticidad del documento, el Helecho decidió actuar de oficio y se dedicó a recabar información sobre el caso, con la seriedad y profesionalismo que lo distingue en todos los patios. Aquí, la nota.
Opiniones cruzadasEl vocero de la Unión Cívica de Empanadas con Derechos Adquiridos S.A. (conocida como UCEDE-ASA) declaró: “A los que dicen seguir siendo parte de
Onlyempanadas les retiramos la franquicia por irregularidades en los pagos, eso de que cambiaron el teléfono es cualquier verdura con salsa blanca.” Según fuentes extraoficiales, los franquiciados habrían pagado con billetes como estos:

En diálogo exclusivo con
Holaholahelecho, la Facción de Empanadas Disidentes Libertarias respondió con dureza: “Basta de regalías usureras, estamos hartas de ser el jamón –y queso- del sándwich entre clientes y franchisement.” Aquí las vemos en el piquete de ayer, trastornando el tránsito y enfureciendo a la Sociedad.

Otra representante del sector se ofreció como mediadora y lanzó un comunicado donde alertaba sobre la gravedad del conflicto y llamaba al diálogo para evitar una guerra fraticida.


Después todo el mundo se avivó: lo único que quería Morita era aprovechar las circunstancias bajando los precios para quitarle clientes a
Onlyempanadas; minutos más tarde, unos encapuchados provistos de palos de amasar le rompían todo el local.

Una espía acusada de contraempanadaje y prostitución ventiló que las Disidentes atacaron las elegantes oficinas de la UCEDE- ASA en el microcentro al grito de “¡Empanada guardabosqui de cópirrai, u.u., sacate la gorra, bigoooote!”. Allende lo verbal, se reportaron incidentes con proyectiles de aceitunas y hay rumores que involucran una olla con humita hirviendo derramada desde la azotea sobre los manifestantes.
Un testigo ocular declaró que bajo el estallido de ciboulettes lacrimógenos, las hordas de empanadas ácratas arrasaban la calle rugiendo “¡Registrame esta minuta!”, entre otros improperios. “Comparada con las
Onlyempanadas Disidentes, la Empanada bocasucia de
Brigada Comidita era un verdadero ángel.”

El panorama es sombrío; el horno no está para bollos. ¿Quién repulgará el punto final de esta polémica? ¿Van a sumarse más minutas a la guerra? ¿Qué hay de cierto sobre las organizaciones populares de aceitunas armadas? ¿En cuántos millones beneficia el conflicto a la oligarquía pizzera? ¿Acaso se trata de una feroz operación dirigida desde las sombras por el poderoso Escuadrón Fideo?
Desde la noble tribuna del Helecho es nuestra obligación tranquilizar a la ciudadanía, aunque advirtiendo que cualquier bocado en falso convertirá al país en un pandemónium de Caos, default, saqueos, musiquita de Barney y anomia social. ¡Mejor vaya adquiriendo ya mismo su puerta Pentágono!