Para celebrar el fin del verano con todo el glamour, como dice Giordano, pero con un poco más de comas, coherencia y puntos de los que él hace gala durante sus desfiles, hemos decidido dedicar lo que queda del más carnavalesco de los meses a algo fabulantástico: LOS DISFRACES.
Anteriormente usado como avatar de Pirlusa de la Sapinonda, no podemos dejar de apreciar esta atrevida versión de la Hormiguita Viajera, bautizada como “Hormiguita Vengadora”. (Cuenta la leyenda que en 1977 una brigada terrorista multinacional aplastó a todo el hormiguero en un Raid de violencia y sólo ella escapó. Ahora viaja por el mundo para saldar cuentas y su biografía es una mixtura de “Atrapado sin Salida” y James Bond.)
Colectivo 132. Viernes trece. 2 a.m. Parada en pleno Once.
Asciende al vehículo un zombie rubio, seguido por Mia Wallace de Pulp Fiction, la Pitufina y Jesucristo…
Un pasajero señala que la pitufina da más miedo que el zombie. (Vean cómo asoma con sardónica carcajada, agachando la capocha porque no le cabe el sombrero adentro del bondi). Muy pocos entendieron lo de la jeringa en el escote de Mia.
-Lo más divertido- llegar hasta la fiesta en Callao al 600.
-Lo más útil- al fin le descubrimos un uso a la peor cerveza del país: ¡neutralizar zombies! Muy práctico a toda hora.
Igual, si te piden disfrazarte de algo que meta mucho miedo, el zombie no es nada frente a esto:
Más glamour: Rosita, la Empleada Que No Se Tiñe las Raíces de las Pelucas.
Peluca, plumero y patio: gentileza de Abuela Caty.
Y aquí EL HELECHO publica a CACTA, irónicamente disfrazada de ÁRBOL, en casa de su amiga FLOR.
CONTINUARÁ…