Muchos de ustedes y también arquitectos, las familias, se preguntan ¿por qué después de 27 años sigue uno yendo al mismo balneario? Bueno, es que además de ser una ciudad buena onda y tener excelentes y abundantes pizzas, facturas, risotto, churros, tortillas, picadas, tortas, fugazzettas, etcétera, también es la única ciudad donde podés encontrar el mejor wachi merchandising:
Puede ser que en Santa Teresita no haya hoteles con carta de almohadas y otros melindres de millonario, pero la gente es simpática, tratan bien al turista y te dan charla, desde los agentes de tránsito hasta los farmacéuticos, churreros y panaderos. En los kioscos no falta el que te convida mate y se pone a picar algo. Pero no hay que confundir, una cosa es comerse unos bizcochitos junto al cliente y otra muy distinta comerse una demanda; Franquito lo sabe.
Hablando seriamente, Santa Teresita tiene un charme único e inigualable del que carecen otras ciudades donde no abundan tanto los Fiat Vivace y los Regatta 88, y es que es una ciudad con capacidad para reírse de sí misma. Eso se aprecia en la creatividad de los pequeños comerciantes al bautizar sus emprendimientos, como ser Churrería “El Papichurro”, Helados “Pirulo, el Inmortal de la Costa”, Mercería “Punto G”, Hotel “La Escama”, Rotisería “Y x ke no a-k?”, Pochoclos 6-7-8 y cómo no, un clásico:
Además se trata de un balneario auténtico que no pretende ser lo que no es, como sí lo hace Pinamar creyéndose Punta del Este, o Mar de las Pampas que siempre anda disfrazada de San Marcos Sierra. Santa Teresita es una bocanada de aire fresco y espontaneidad que alimentará tu espíritu, incluso también tu cuerpo, y todo en el mismo local:
Para quien no la conoce, esta ciudad es simplemente un lugar que vive del turismo y donde hay mucho auto de los `80, arquitectura de los `50, reggaeton a toda hora, imposibilidad de pagar con tarjeta, comida barata, congoleños vendiendo relojes, cajeros automáticos sin efectivo, remeras del Che, tatuajes de Maradona o viceversa, escasa conexión a Internet y varios posters de Al Pacino caracterizado como Tony Montana en cada hotel, local o restaurante.
A varios todo eso les parecerá una sucursal del infierno, pero reflexionando un poco se darán cuenta de que estas variables (iconografía revolucionaria, transacciones económicas reducidas, gastronomía basada en harinas y legumbres, parque automotor añejo, etnias de origen africano, conectividad parcial, ingresos altamente vinculados al turismo, fotos de emigrados que se fueron a Miami para triunfar) convierten a Santa Teresita en la Cuba del Mar Argentino.
6 comentarios:
Ahh Ihh ¿Cuánto te paga el intendente de Santa Teresita, por este spot publicitario? Tengo entendido que el intendente es el primo de Porreti, y se apellida Birreti, ahh re rolinga.
Impresionante la cantidad de Regattas en buen estado. En el resto de Buenos Aires ese auto está casi extinto, creo que cuál película Pie Pequeño, en la que los dinosaurios hacen una carabana a un valle encantado donde pueden vivir y comer manices, Santa Teresita es el el valle del Regatta.
Factor preocupante a destacar es la oleada de carteles tonymontaneses en todo tipo de local y casa de familia. A ver si ahora todos empiezan a tomar fafafa en el balneario.
Pd: en Saint Teresit, mas epecíficamente en Puertas del Cielo, se inició una nueva ola de adivinación, en vez de leer las manos te leen la pizza, o las manos llenas de pizza. TEdicen el futuro y te comen la "morfetta"
Quiero tirar pasos con esas ojotas mientras me como un pancho de ésos. ¿Tiene lluvia de papitas?
Amo al ternerito y quiero viajar a Santa Teresita ahora.
Y daría mi café con pepas por una lectura de pizza.
Hola Hermana, si querés andá, pero tené cuidado que ahora en febrero se multiplican los tributos a Arjona (el 2 de enero había uno solo y el 27 ya conté cuatro), además de un imitador de Sandro que cuando no trabaja te lo encontrás acostado en la vereda tomando cerveza.
Si querés vamos en el 2013. Tenemos once meses para rondar desarmaderos y encontrar algún Regatta 88 para quien Santa Teresita sea su última esperanza.
Ahh acá no hicimos las compras, el enano de la Botamanga cenó media porción de ensalada y creo que está dispuesto a leer una grande de muzzarella gratarola.
qu feo q me censures.. que feo!
ah, que gusto, volver a bloguear después de años y ver mi lista de blogs favoritos y leer el suyo...jaja, que bien que elijo!! por deus!! jajaja
me encantó la descripción pero sepa que no voy a ir! la mejor fue el salón de lectura/pizzería...digo se lee con la mano engrasada también?
La verdad que en la costa hay bonitas ciudades para disfrutar. Yo suelo ir en general a los hoteles mar de las
pampas ya que desde chica suelo ir a ese lugar y no me canso de ir con mi familia
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